El camino

Tomó el camino de baldosas amarillas...
Sabía que no sería fácil, pero no se desvió. No dudó, ni por un instante, que ese era el camino que tenía que seguir...y tras un largo y, a veces, duro recorrido allí estaba él.
Y juntos se deslizaron sobre las amarillas baldosas rumbo a su destino.

¿El "desconocido" eres tú?

El sol estuvo días desaparecido
Una hermosa flor en un florero
Una pantufla cerca de la chimenea
Un violonchelo en su estuche

De repente, ella baja la escalera
Vistiendo su elegancia mañanera
El sonido del agua la hace soñar
Y la despierta una nube de vapor
Luego vierte su ensoñación en una taza
Y con una cucharada de azúcar la endulza

Y pelea por su vida
Mientras se pone un abrigo
Y pelea por su vida en el tren
Observa a la lluvia
mientras cae
Y pelea por su vida
mientras entra a un negocio
con un pensamiento que atrapó
de un hilito
luego compra pan
y se va. ¿Se va?
Nadie lo sabe

El sol estuvo días desaparecido
Ella toca una melodía de invierno
El trueno la incita a contemplar
Luego escucha un ruido detrás de la puerta
Tal vez sea una carta con una paloma
Tal vez sea un desconocido a quien amar

Y pelea por su vida
Mientras se pone un abrigo
Y pelea por su vida en el tren
Observa a la lluvia
mientras cae
Y pelea por su vida
mientras entra en un negocio
Con un pensamiento que atrapó
de un hilito
luego compra pan
y se va. ¿Se va?
Nadie lo sabe

Y pelea por su vida
mientras se pone un abrigo
Y pelea por su vida en el tren
Observa a la lluvia
mientras cae
Y pelea por su vida
mientras entra en un negocio
Donde la gente es agradablemente
rara
Y está contando el
vuelto
mientras ella se va. ¿Se va?
Nadie lo sabe

Al lado del mar...

Despertó y muy, muy despacio abrió los ojos; como si tuviese miedo de que al abrirlos todo hubiese desaparecido, que todo aquello no hubiese sido más que un sueño...pero todo permanecía allí.

De repente se dio cuenta de que alguien la abrazaba, giró la cabeza y allí estaba él, a su lado. Era de verdad, la rodeaba con sus brazos. Muy despacio, se puso sobre su lado izquierdo para verle mejor. Después de pasar los dedos suavemente por su rostro, le besó en la punta de la nariz apenas rozándola con sus labios. Se levantó mientras él se daba la vuelta y ella se dirigió hacia la gran ventana que miraba al mar. Mientras lo contemplaba, las manos de él rodearon su desnudez.

Nada había desaparecido.

Lluvia de felicidad

Durante mucho tiempo he estado convencida de que la felicidad sólo eran pequeños instantes que salpicaban de vez en cuando nuestras vidas. Quizás ese convencimiento estaba provocado porque, en realidad, nunca había experimentado intensamente esa sensación.

Pero cuando llega el día en que los momentos felices lo invaden todo te das cuenta de lo equivocada que estabas.

Durante mucho tiempo me he preguntado qué se siente al llorar de felicidad. Era incapaz de asociar las lágrimas a la alegría y cuando, un día, no puedes contenerlas y se desbordan, entiendes que la satisfacción más absoluta ha llegado a tu vida.

Solos

Y no hizo falta decir mucho más. Se había dado cuenta de lo importante que era para ellos estar solos, sin ningún desconocido husmeando en sus sentimientos. Sólo los realmente importantes podrían entrar. Sólo la opinión de los realmente importantes sería bienvenida.

La Isla

Deja todo atrás, déjalo, vete...

Esas palabras sonaban una y otra vez dentro de su cabeza. Su sueño era persistente y se había convertido en el único y más deseado. Pero la tan temida soledad constreñía sus deseos...

Y sin embargo no está sola, él la espera en la isla. Cuando se dio cuenta se despojó de todo y corrió hacia él.

Confusión

Puede que las palabras confundan, porque a veces no son suficientes para mostrar la intensidad de un deseo. La ilusión crece a cada instante. Deshacer el nudo de esperanzas atado entre los dos es imposible.
Todo el tiempo del mundo siempre va a resultar ser poco cuando lo que se desea es que no se agoten los minutos.