sábado, 28 de junio de 2008

Aburrida

Hace un día espléndido -como diría la mayoría de la gente-. Pero a pesar del cielo azul de verano, de querer salir de aquí, hoy no voy a hacerlo. No voy a hacerlo porque no sé qué hacer. Es triste...pero es así.
¿Cómo matar este aburrimiento que me invade? Pues la respuesta es: no lo sé.
Llevo toda la tarde pensando en qué podría hacer para matar el aburrimiento, y siempre se cuela la misma respuesta: nada. Ya he dormido, leído y sigo sin hacer nada.
¿Qué es en realidad "NADA"? ¿Es el vacío? Si lo es, yo hoy estoy hundida en el más profundo de los vacíos.
Hoy está pasando tan despacio que parece que no va a terminarse nunca.
Quiero irme, necesito salir de aquí...

domingo, 22 de junio de 2008

Se dejaba llevar.. Antonio Vega con Ketama

...¿Me dejo llevar?

Azúcar

¿Qué ocurriría si un día amaneciésemos con los labios cubiertos de azúcar?
Sería inevitable desear aún más los labios de la persona que tienes al otro lado de la cama para descubrir el sabor que ese azúcar adquiere sobre su piel...

Pero ¿y los que amanecen solos? Sin beso y con azúcar. No queda más remedio que sacar la lengua y pasearla entre los dulces granitos e imaginar lo que pudo haber sido y no fue.

jueves, 19 de junio de 2008

Prisiones

Todo lo que retiene aprisiona, todo lo que te hace sentirte libre termina uniendo.

¿Quién?

¿Quién escucha mis silencios?

martes, 17 de junio de 2008

Yo

Deseo escribir y no puedo. No encuentro nada dentro de mí que quiera salir.
Quizás ése ha sido siempre mi problema, que siempre he escondido todo en ese rincón donde guardo tanto las cosas para olvidar como las que inundan mi mente.

A veces me gustaría ser reversible, poder darme la vuelta como cuando lo haces con un calcetín. Pero son tan pocas esas ocasiones...son más bien espejismos, porque en cuanto busco en mi interior me doy cuenta de que si pudiese "desentrañarme", no sería yo...sería otra persona.

Y pretender ser lo que no se es, supone un gran esfuerzo vano, sin sentido y además yo no quiero ser otra. Soy la que soy y no tengo tiempo para perder el tiempo.

lunes, 16 de junio de 2008

Silencio

Hoy necesito que me acune el silencio de tu voz...

domingo, 15 de junio de 2008

Adicto

(Simplemente me gusta, ¿qué más puedo decir?Quizás que me parece sublime, pero puede que yo no sea una gran entendida en poesía...sólo entiendo de versos que me transmiten y los que me dejan indiferente -algo es algo-; y éste no me deja indiferente, más bien todo lo contrario)
Cada día se abre de par en par
igual que una puerta.
Aquel que ya la ha cruzado
clava sus ojos en otros y vuelve
a sentir el milagro y tomar
parte en la vida.
¿Quién diría, al verlo, que ese hombre
duerme mal en la noche y quisiera dormirse
como la tierra reseca tras jornadas de lluvia?
Nadie, entre aquellos que van y vienen,
percibe que ese hombre es adicto.
Adicto a imaginarte en su vigilia.
Adicto a tu voz y tus silencios.
Adicto a tu cercanía y tu distancia.
Adicto al cuerpo que acercas o rehúyes.
Adicto a tu dulzor y tu amargura.
Adicto a tu boca y tu saliva.
Adicto a tu sabor, adicto a tu aroma.
Adicto a ti y a ser adicto.
Y a querer que su adicción no tenga cura.

(Juan Ramón Mansilla)

sábado, 14 de junio de 2008

El amor, más impúdico que sincero, se desnuda más fácilmente, pero casi nunca se quita la deslumbrante máscara que le impide ver y ser visto con claridad. La amistad, realista y pudorosa, se quita la máscara con más facilidad que la ropa.
¿Dónde están las ilusiones? Se han perdido; han quedado dispersas por el camino -suponiendo que alguna vez hayan existido-. No soy consciente de haberlas tenido, o quizás sólo una ha sido la que marcó mi vida hasta que la mataron, porque ésa fue cruelmente "asesinada" por alguien sin escrúpulos, cuando para mí era lo más gratificante, lo que realmente me hacía sentirme bien conmigo misma y experimentar el placer de dominar lo que estaba haciendo.
Desde ese momento no recuerdo ilusiones en mi vida...simplemente la vivo o ni tan siquiera la vivo, sólo la dejo pasar.
Quizás siempre me arrepienta de todo lo "no hecho", pero ¿y qué quiero hacer?¿Lo sé realmente?

miércoles, 11 de junio de 2008

Vomitando sangre

"Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie." (Henry Frédéric Amiel)

martes, 10 de junio de 2008

Dictadura corporal

No hay mucho más que decir. ¿Es esto lo que la sociedad quiere de nosotras?

Cuando las palabras callan

A veces, vivimos situaciones, en que las palabras parecen desaparecer de nuestro vocabulario.
Se anudan en el estómago, suben hasta la garganta y no sabemos, no tenemos idea de cómo sacarlas.

Muchas veces sucede, cuando nuestros amigos nos necesitan más. Y es allí precisamente, cuando nos topamos con esa barrera.

No sabemos qué decir, no tenemos una explicación aceptable para el sufrimiento, sentimos miedo de decir algo indebido y nos quedamos quietos.

Encontramos palabras con facilidad, en su mayoría ya gastadas y repetidas, para expresar nuestra alegría, nuestro deseo de felicidad, sin importar si alguien ya las dijo o no.

Tomamos prestadas esas frases comunes y hacemos con ellas nuestro mensaje. Y nuestros amigos lo reciben con el corazón abierto, con la sonrisa estampada, porque ellos también hacen uso de lo mismo.

Es la costumbre, es normal, es gentil, es noble.

Es millones de veces mejor que el olvido.

Nuestra gran dificultad, es expresar palabras de consuelo, cuando nosotros mismos tenemos un corazón molido por el dolor al ver el sufrimiento del otro.

¡Conscientes que no podemos hacer nada!

Va a pasar, ya lo sabemos, pues todos los dolores pasan, como pasan las noches de luna y los días de sol.

Nada es estable y constante.

¡Y queríamos tanto encontrar las palabra exactas que amenizaran el sufrimiento, que proporcionaran consuelo inmediato, que anestesiaran o curaran de una vez !

Y entonces, en el instante exacto, las palabras mueren.

Pero existe un secreto: ¡Los gestos hablan!

Un beso habla.

Una caricia es una voz dulce y suave.

Una presencia, aún en silencio, dice.

Un abrazo habla muy alto.

¡Una mirada sincera dice tanto !

Una mano que toma las manos habla como varias bocas y centenas de corazones ...

Cuando las palabras se rehusen a salir de ti, habla con gestos. El otro comprenderá...

¡¡¡Dar de si, vale más que todas las palabras del diccionario juntas!!!.


(Desconozco su autor)

Las garras de la globalización

El gran José Luis Sampedro en su libro: "El mercado y la globalización"
dice que la palabra globalización "es un excelente producto de márketing". "El mundo se divide "entre globalizaristas, los explotadores, y globalizados, los que estamos debajo, los explotados". El autor explicó que él no es un antiglobalización sino un "supermetamogollónhiperglobalizado" porque lo que propugno, como el resto de la gente, es un fenómeno que globalice la gerencia de los recursos mundiales para lograr un reparto más equitativo y justo y que pase por la globalización de la sanidad, la educación y la justicia.

Ojalá eso fuese posible. Ojalá un día, desaparezca definitivamente "la cesión de poder por parte de los gobiernos a favor de las grandes empresas y grupos inversores mundiales" de la que habla Sampedro. Ojalá un día utópico pueda cambiar la situación decadente en la que ante "una escasez en la producción de leche, con oferta escasa y gran demanda, en la que el precio de ajuste se sitúa tan alto que los pobres no pueden comprar leche para sus hijos, los ricos no tienen problema para ofrecérsela a sus gatos". "Del mismo modo que "al igual que los fumadores pasivos no disfrutan del tabaco, pero respiran el humo cancerígeno, así las masas globalizadas sufren las consecuencias negativas mientras los poco globalizadores disfrutan de su privilegio".

Por todo esto y más, no a la globalización económica en la que "manos bien visibles e interesadas, buscan el máximo beneficio privado a costa de quien sea y de lo que sea". Contribuyendo, una vez más, a que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.

"Cuando no hay una norma legal, lo que impera es la ley del más fuerte, y el país rico somete al país pobre".
Joshep E. Stiglitz

lunes, 9 de junio de 2008

Mano de la esperanza

En otro blog encontré unas fotos que hacía tiempo había recibido en mi correo y que aunque en un primer momento pensé que eran un montaje, me emocionaron. Copio el post y coloco las fotos.
Estas fotografías empezaron a circular en noviembre del 2002, y se creyó que serían las «fotos del año»... Una de ellas se publicó en la portada del NY Times como gran acontecimiento.
La foto es de un bebé de 21 semanas, aún sin nacer, llamado Samuel Armas al que se le había diagnosticado una espina bífida y nunca sobreviviría, a menos que se le practicara una operación intrauterina.El Dr. Bruner, tras numerosos estudios realizados en el Centro Médico Universitario de Vanderbilt, en Nashville, anunció que él podría llevar a cabo la operación, con el bebé dentro de la matriz materna.Durante la intervención, el cirujano extrajo el útero mediante una cesárea y practicó una pequeña incisión a la bolsa, a través de la cual le fue posible operar al pequeño Samuel.El Dr. Bruner estaba acabando exitosamente la operación, cuando Samuel sacó su pequeñísima pero bien desarrollada mano a través de la incisión practicada y se agarró del dedo del atónito médico.Este prestigioso cirujano declaró haber vivido el momento más emotivo de toda su vida, cuando sintió la mano de Samuel asiéndole uno de sus dedos, a modo de agradecimiento por obsequiarle con el regalo de la vida.Por supuesto, el Dr. Bruner permaneció helado, -totalmente inmóvil por varios segundos-durante los cuales Samuel seguía cogiéndole el dedo, lo cual dio el suficiente tiempo para que el personal del quirófano pudiera fotografiar el momento con toda claridad.Los editores del NYTimes titularon la foto «Hand of Hope» (Mano de la esperanza)

¿Arrepentimientos?

"...No existe peor nostalgia que añorar lo que jamás sucedió".

domingo, 8 de junio de 2008

Aretha Franklin - I Say A Little Prayer

Adoro esta canción y hoy lleva todo el día en mi cabeza...supongo que significaba que debía colgarla aquí.

Tristeza

Hoy me siento triste. No puedo decir que haya un motivo aparente, simplemente me siento triste y con más ganas que nunca de estar sola. O puede que sí exista ese motivo, pero no me siento con fuerzas para buscar dentro de mí y encontrar el origen de esto que me invade.
Hoy no encuentro motivos para sonreír. Es como si mis sonrisas se hubiesen esfumado, como si mi cajita de las alegrías comedidas se hubiese roto y por ese pequeño resquicio, casi imperceptible, todas fueran cayéndose poco a poco. Intentas retenerlas, tapar el agujero; pero es imposible, es como si tratases de retener el agua en tus manos evitando que se escape entre los dedos.

Quizás necesite palabras, simplemente una voz...¿llegará? Si llega prometo guardarla en un tarrito de cristal transparente que me permita ver el vacío de esa voz custodiada y perfumaré con ella mis oídos esperando que no se agote nunca.

viernes, 6 de junio de 2008

Eso me pasa por pensar

Me gustaría tanto dejar de pensar, aunque sólo fuese por un día. Liberarme del peso que me produce darle vueltas y vueltas a los pensamientos que envuelven mi cabeza...pero es imposible no pensar en nada. Poner la mente en blanco es una utopía. Hasta el más mínimo detalle provoca en mí el pensamiento martilleante de forma irremediable.
Puede que me escude en el pensamiento para ignorar o apartar lo que realmente deseo. Pero, ¿y qué deseo? Quizás sea verdad e ignore lo que yo deseo para cumplir los sueños de otros.

Pero quizás lo peor es cuando existen personas que sienten verdadera adicción por el otro, porque esté bien...poniendo en juego su salud mental y por ende, la física.
¿Dejemos de pensar en el otro y pensemos en nosotros mismos?¿Es ésa la solución?¿Nos tacharían de egoístas? Quién sabe...pero ¿realmente importa?
¿Pensar es bueno o decididamente es malo?¿No sería mejor ser irreflexivo y actuar de forma impulsiva, basándonos en nuestros deseos más profundos sin sentir la necesidad de analizarlo todo...hasta el más mínimo detalle?
Existe gente así, a veces la envidio, pero pensar me produce tanto placer, como malestar, en muchas ocasiones. Placer o malestar, hace que me sienta viva, activa...consigue que aprenda y que experimente más allá del plano físico, dándome cuenta de que la experiencia no es realmente pasar por malos ratos, sino que son los posos que quedan en mí después de esos malos instantes. Y cómo no, los residuos de los buenos momentos, que sin duda alguna me provoca dedicar mi tiempo a pensar.

La verdad es que pienso demasiado, pero eso sólo me pasa por pensar.

jueves, 5 de junio de 2008

Remedios

"El remedio al dolor, que es, dijimos, el choque de la conciencia en la inconciencia, no es hundirse en esta, sino elevarse a aquella y sufrir más. Lo malo del dolor se cura con más dolor, con más alto dolor. No hay que darse opio, sino ponerse vinagre y sal en la herida del alma, porque cuando te duermas y no sientas ya el dolor, es que no eres. Y hay que ser. No cerréis, pues, los ojos a la esfinge acongojadora, sino miradla cara a cara, y dejad que os coja y os masque en su boca de cien mil dientes venenosos y os trague. Veréis qué dulzura cuando os haya tragado, qué dolor más sabroso..."
Miguel de Unamuno. Del sentimiento trágico de la vida

(Una auténtica delicia, como todo lo de Unamuno)

miércoles, 4 de junio de 2008

Más miedo

Hace un tiempo escribí sobre el miedo; sobre el hecho de no haber experimentado jamás esa sensación que dice que es capaz de atenazarte y te impide reaccionar de forma racional. Pero hoy no quiero hablar de esos miedos tan físicos -aunque muchos tengan su germen en nuestras mentes- y tampoco de los miedos del alma. Hoy quiero hablar del miedo a tomar decisiones. Ni siquiera sé si puede considerarse miedo. ¿Puede que se trate de una forma de cobardía disfrazada de temor? Pero en realidad, ¿no es el terror a lo que pueda ocurrir, a las consecuencias de nuestros actos lo que nos impide ser todo lo valientes que somos capaces de ser?
Ahora, simplemente, siento pavor a tomar ciertas decisiones que puedan cambiar mi vida, pero también temo a ver mi vida pasar desde la misma ventana. Tengo miedo a decidirme por lo que deseo y equivocarme. Tengo miedo a decidirme a luchar por cumplir mis sueños y no luchar de la forma idónea. En realidad, a lo que siempre he temido es a la equivocación.

Ojalá pudiese no pensar en "nada", dejar de atormentarme con mis pensamientos que me convierten en su esclava y así, quizás así...pudiese tomar decisiones que, después, no me obliguen a pensarlo "todo" (como siempre).

lunes, 2 de junio de 2008

Besos

¿Han de pedirse los besos? ¿O simplemente se dan?
A mí me gustan los repentinos, no confundir con los inesperados. O quizás me gusten también los inesperados. Repentinos e inesperados; una buena combinación. También me gustan los robados. ¿Son robados los repentinos e inesperados? Qué importa...las tres cosas juntas constituyen uno de los mayores placeres que existen.

Pero no se besa sólo con los labios. Hay ojos que besan, miradas que acarician y muerden los labios como si del beso más íntimo, profundo y apasionado se tratase. Y puede que ése sea el beso más esperado, más deseado...aquel que nunca llega, aquel que ocupa todos tus pensamientos y no se materializa; y ese hecho hace que pienses, como siempre, que ¿lo mejor está por llegar?

domingo, 1 de junio de 2008

Desayuno

Para los que están seguros de todo, una gran frase de Eduardo Galeano -al menos desde mi humilde punto de vista-.
O del cómo decir tanto con apenas cuatro palabras.

"Mis certezas desayunan dudas."

Sábanas

En un mundo dominado por los colores, yo siempre me he sentido especialmente atraída por las sábanas blancas. Desde pequeña me ha gustado verlas tendidas por mi madre al sol, perfectamente alineadas y por tamaños... ocupando toda la cuerda, asemejándose a una pantalla de cine. Surgía la necesidad de acariciarlas y olerlas, pero nada comparable a las sensaciones que se experimentan al meterte en una cama con las sábanas recién puestas, bien planchadas... Ese frío de algodón que provoca la posición fetal inicial hasta que las sábanas van cogiendo la temperatura de mi cuerpo, se adaptan a mí y me sumerjo en un sueño profundo de sábanas blancas...