jueves, 30 de octubre de 2008

Intimidad

La intimidad, ese espacio reservado para uno mismo en el que te muestras seguro, desinhibido, donde eres "tú" más que en ningún otro lugar. Te sientes a buen recaudo, escondido en un pequeño ámbito en el que te reservas de la curiosidad inherente al ser humano; a salvo de las indiscreciones ajenas.
Pero siempre existe una cerradura por la que una pupila se dilata y enreda sus largos e invisibles brazos en ese rincón que sólo debería pertenecerte a ti. Siempre hay un oído atento que no puede -ni quiere- pasar de largo ante la tentación de la invasión de lo más profundo y recóndito que poseemos.
Puede que educar en el respeto a la intimidad del otro, sea una de las asignaturas pendientes que tiene el ser humano. Quizás llegue el día en el que los ojos dejen de esconderse tras una cerradura y los oídos se vuelvan sordos tras una pared.

domingo, 19 de octubre de 2008

Espinos

En muchas ocasiones me siento así; amordazada por una cuerda de espinos que no me dejan articular palabra.
Pienso lo que voy a decir, lo preparo a conciencia para destapar la caja de "las incomodidades" que hacen que me retuerza; pero ocurre que la voz que llega del otro lado me paraliza, del mismo modo que me paraliza el temor a confirmar que lo que pienso es ese reflejo de la realidad que me acompaña. Puede que no sean más que inseguridades, miedo a escuchar como respuesta lo que no deseas oír de ninguna forma. Y es entonces cuando uno se defiende atacando (no vaya a ser que otros ataquen primero y te encuentren "desarmada")
No quiero sentirme obligada...siempre me ha costado mucho hacer las cosas por obligación y más si es por las malas.
Quien sabe procurarme una caricia en medio de mi bufonazo, puede conseguirlo todo de mí. La leona se vuelve gatita ronroneadora en unos segundos, olvidando lo que ha motivado el uso de sus uñas retráctiles.

lunes, 13 de octubre de 2008

Cannonball -Damien Rice-

A veces aparecen canciones como ésta que son un delicioso regalo para que "degusten" nuestros oídos. Me gusta la música, la letra es un lujo...¿se puede pedir más?

Caminar

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo
que andábamos para encontrarnos.

Julio Cortázar

Cada dos minutos...

Es una canción con una letra preciosa. La descubrí este verano cuando alguien la tocó en su piano...