Sus pasos, sin ella proponérselo, la conducían una y otra vez en busca de soledad entre aquel continuo deambular de cuerpos apesadumbrados; supervivientes unos, esperando enfrentar la batalla otros.No necesitó buscar durante mucho tiempo, los largos pasillos se abrieron dándole a conocer lo que durante ese tiempo sería su refugio.
Silencio, más silencio...profundo y deseado silencio.

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