domingo, 19 de octubre de 2008

Espinos

En muchas ocasiones me siento así; amordazada por una cuerda de espinos que no me dejan articular palabra.
Pienso lo que voy a decir, lo preparo a conciencia para destapar la caja de "las incomodidades" que hacen que me retuerza; pero ocurre que la voz que llega del otro lado me paraliza, del mismo modo que me paraliza el temor a confirmar que lo que pienso es ese reflejo de la realidad que me acompaña. Puede que no sean más que inseguridades, miedo a escuchar como respuesta lo que no deseas oír de ninguna forma. Y es entonces cuando uno se defiende atacando (no vaya a ser que otros ataquen primero y te encuentren "desarmada")
No quiero sentirme obligada...siempre me ha costado mucho hacer las cosas por obligación y más si es por las malas.
Quien sabe procurarme una caricia en medio de mi bufonazo, puede conseguirlo todo de mí. La leona se vuelve gatita ronroneadora en unos segundos, olvidando lo que ha motivado el uso de sus uñas retráctiles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lullaby. Espero que hayas vuelto al estado de "sentirte bien" que contabas hace unos días.
Hoy me he acordado de ti al leer que el nuevo premio nobel de literatura, Jean Le Clézio escribió un libro para niños titulado "Lullaby". No sé si merecerá la pena ¡No te puedes fiar... que ha algunos nobeles intragables!

Tú sueles hablar de la soledad. Si te apetece leer el relato "El hotel de la soledad" del autor, lo encontrarás en esta dirección.
http://www.milenio.com/suplementos/laberinto/nota.asp?id=667427

Lullaby dijo...

...Muchas gracias, ahora mismo voy a leerlo y ver si "encaja" conmigo.
Me alegra saber de ti.