jueves, 11 de diciembre de 2008

Ya están aquí otra vez...

Sí, ya están de nuevo aquí las dichosas navidades.
No tengo mucha consciencia de cuándo empecé a "no soportarlas", pero lo cierto es que cada año es peor.
No recuerdo ninguna de forma especial porque ninguna lo fue...sólo unas vacaciones más, siempre deseadas; de niña porque adoraba la nieve y los días se concentraban en construir nuestros propios iglús y los toboganes por los que nos deslizábamos sobre las montañas de nieve acumulada...y ahora, de mujer adulta, porque son unos días de descanso donde añoro a esa niña con la nariz roja y las manos heladas que se resistía a entrar en casa.

Sólo recuerdo unas fiestas (una noche vieja) que han marcado mi incipiente superstición. Éramos 13 a la mesa; a pesar de hacer todo lo posible para "deshacer" ese número, mis intentos fueron en vano. Esa noche fue la última en la que mi tía cenó con todos nosotros.
Así que mis "dichosas fiestas" se han convertido en una guerra contra los trece comensales y el intentar evitar que las reuniones se hagan en mi casa, cosa que no he conseguido -pero todo es posible en Navidad, no?- (eso dicen).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo también yo una larga lista de desgracias en día 13; sin embargo, sigo queriendo pensar que es por casualidad.

Ojalá fuese todo posible en navidad. A mí no me gusta todo lo que conllevan estas fechas, lo único bueno es que tengo vacaciones, así que a disfrutarlas... por ejemplo en una bañera con aromas florales, luz tenue y música relajante como la de tu cabecera.

Lullaby, no te entristezcas ni te metas en esas tinieblas de las que sueles hablar, ni en ningún túnel (la foto que has incluído es muy descriptiva). Sigue soplando fuerte, fuerte, ¿Vale?

Un beso

Lullaby dijo...

Muchas gracias por tus palabras...siempre reconfortantes. Y no, me niego a dejarme atrapar por las malditas tinieblas (de momento sólo me ha atrapado la nieve). Pero no me gusta nada la Navidad...tanto derroche, tanta bondad...y al fin y al cabo sólo buenas intenciones que se quedan en eso, intenciones. Falsedad, pura hipocresía...