viernes, 15 de febrero de 2008

Compañeros de trabajo

No soporto a mis compañeros de trabajo, esa es la cruda realidad. Sólo tres se salvan de la quema. El resto son un grupo de arpías que se dedican a criticar a todo el mundo, y si no hacen eso, hablan del esquí, que parece ser lo único importante en sus vidas. Degustamos una amarga ensalada de esquí a todas horas, que sale hasta por los ojos. No se implican en nada, no toman partido por nada, no parece interesarles en demasía su trabajo, sólo el hecho de poder irse cuanto antes y pasar las horas, si es posible, sin hacer nada; sentados frente a un ordenador haciendo solitarios o buscando algún chollo para salir pitando de viaje.
Pero a pesar de no soportarlos, pesan más esos pocos que sí se preocupan, esos a los que no les importa pasar una hora más trabajando en beneficio de los demás, anteponiendo el de éstos al de ellos mismos.
Me gusta mi trabajo, pero no me gusta en qué lo convierten algunos.

2 comentarios:

Víctor dijo...

Hola Lullaby, dicen que ni en la familia ni en el trabajo eligmos a nuestros compañeros de viaje... lo cual no quita para que tanto en un sitio como en el otro encontremos personas maravillosas y dignas de todo nuestro aprecio.

A los amigos y a nuestras parejas sí los elegimos y, paradógicamente, ocurre igual que en los otros ámbitos: siempre hay alguno que nos sale rana (o más de uno).

Cultiva la amistad de quien demuestra estar por encima del coeficiente intelectual de un vegetal (o mineral) y pasa de los otros. No merece la pena perder tiempo y energías en casos perdidos.

Un saludo.

Lullaby dijo...

Eso hago, no relacionarme, así que me gano a pulso la etiqueta de "rara", que si es por ser diferente a lo que me rodea, me agrada.
Gracias por tu comentario
Lulla