martes, 8 de abril de 2008

Deseo

El alma está en el cerebro. Radiografía de la máquina de pensar. Eduard Punset. Depósito Legal: M-172-2007. Tercera Edición: 12/2006. ISBN:84-03-09737-9.
"El deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica, nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad llevada al paroxismo. El deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización, la libertad. Unos planifican su vida, mientras que otros la viven al ritmo que les marca el deseo. El deseo de vivir y de hacerlo a su manera. Por eso sus autobiografías son más descriptivas que explicativas, pues sus vidas no tanto se deben a los resultados u objetivos cumplidos, sino al sentido inherente al mismo proceso de vivir. Y este proceso, de uno u otro modo, lo establece siempre el deseo. Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados. Bien entendido que el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que - en una persona madura - es luminosa, clara e inteligente. Las emociones están en la base de los deseos y de la inteligencia se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo".

¿Puede alguien definirlo mejor? Pero ¿hacia dónde se dirigen los deseos no saciados? ¿Dónde se esconden? Si reprimimos lo que deseamos, por educación, por convencionalismos, porque no es "políticamente correcto", porque no se esperan que ciertos deseos afloren en nosotros o porque resulta complicado identificar a esa persona con esos deseos, lo que provoca la moderación, la templanza, el contener lo que realmente quieres y necesitas que salga de ti, ¿no estamos dañando, no sólo nuestra salud mental, sino también nuestro cuerpo físico?
Quizás, si dejásemos que lo que realmente deseamos saliese al exterior, tendríamos la recompensa de más instantes de felicidad o simplemente, momentos felices de los que carecemos. ¿Quién sabe?

1 comentario:

Buscando el Norte dijo...

La Ley del Deseo: Significa que de repente tenemos la sensación de que queremos algo, con mucha fuerza, nos volvemos locos por conseguirlo, y cuando lo tenemos, se nos quitan las ganas de todo. ( bueno de todo todo, no )
y para rematar voy a mi gurú para estos temas. Jorge Drexler.
http://www.youtube.com/watch?v=nac8r4RUzik