viernes, 11 de enero de 2008

Gula

Quien padece de gula, es un glotón (eso dicen). Pero ¿quién no se ha puesto alguna vez ante un festín de rico regaliz, una caja de helado de yogur o una tableta de chocolate y no ha podido parar hasta que se lo ha terminado? Y no por esto, somos personas que comemos compulsivamente o con cierto exceso. Quizás, lo que nos gusta, es disfrutar, simplemente eso, disfrutar de cierta comida o de ciertas experiencias. En realidad puede que seamos coleccionistas de experiencias culinarias, artísticas, intelectuales, incluso olfativas...quizás eso también sea gula.
Quizás, la gula esté relacionada con nuestro instinto primario de alimentarnos, satisfaciendo nuestra necesidad de alimento y asociando además, el placer de acabar con la sensación de hambre, además de sentir placer con el olor del alimento, su sabor...
¿Pero y por qué llamarte goloso suena a cierto grado de ofensa? ¿Porque se considera un exceso? Puede que sea porque más que gula, sea voracidad; es decir, esa necesidad de tragar alimentos sin disfrutarlos.
Poco tiene esto que ver con el placer que provoca un suculento alimento, bien paladeado.
Por tanto, aboguemos por una "gula" que no se limite a satisfacer nuestros pensamientos obsesivos, sino, por aquella que alimente el alma.

No hay comentarios: