He estado meditando sobre los llamados pecados capitales, y me he dado cuenta de que todos están relacionados con los instintos más primarios, con los más íntimos. Y éso hace que me pregunte: ¿por qué todo lo que nos produce placer es considerado nefasto para nuestra salud mental y física? ¿Por qué frases semejantes a la que sigue, han penetrado y perdurado en la memoria de la gente? "El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual es propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la procreación". Teniendo en cuenta que los pecados capitales son una clasificación que la iglesia católica hace con la intención de educar a la sociedad en la moralidad, no resulta difícil saber quienes son los culpables de que "todo lo bueno sea considerado malo", de que todo lo que nos resulta agradable, se vea como un vicio.
Tampoco es complicado saber que la afirmación, antes citada, se refiere al considerado como primero de los pecados capitales, la lujuria.
¿Pero qué es la lujuria? ¿Es amor? ¿Es deseo? ¿Es pasión?...(desmedida? O quizás por ser desmedida es más atractiva?)
La lujuria en mí, adquiere muchas formas. Escuchar cómo sale tu nombre de su boca, una caricia que eriza la piel, un beso profundo, largo, húmedo en el que una lengua se enreda en otra y esa parece ser su condición natural, pasar la noche acurrucada en su cuerpo, sentir su aliento en tu nuca, susurrar al oído, un baño de espuma con tu cabello en sus manos o simplemente unos ojos que se clavan en otros y que mientras más se miran, más quieren mirarse.
¿Y para ti? Dime qué es para ti la lujuria.

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