domingo, 23 de marzo de 2008

Geishas

Siempre me ha atraído el mundo oriental, especialmente la cultura japonesa; y cómo no, las Geishas.
Pintora, poetisa, música y bailarina a la vez, la geisha encarna a una "mujer de sueño" ni madre, ni esposa; ni mujer, ni niña, ni prostituta...
Secuestradas, robadas, vendidas a partir de los cinco años, las niñas pertenecientes a las familias arruinadas de la ciudad o del campo se hallan entonces recluidas durante largos años en esos barrios llamados "de los placeres", convertidas en "maiko" (aprendiz de geisha).
Todo el aprendizaje estaba lleno de vejaciones, injusticias y selecciones. No importaba tanto su belleza como su conversación, su cultura y sus conocimientos políticos. Educadas para dar placer y prestigio a sus patrones, no eran dueñas de sí mismas.
Me resulta curioso el hecho de que una maiko sea despojada de su propio nombre, recibiendo uno nuevo que nada tiene que ver con la persona responsable de su formación, porque una geisha siempre debe tener un nombre con la primera sílaba de su hermana mayor.
Sin embargo, existe cierta confusión, especialmente fuera de Japón, sobre la naturaleza de la profesión de las geishas, debido a las prostitutas japonesas que quieren ligarse al prestigio de las geishas promocionándose como geishas ante los turistas.
Tradicionalmente, la geisha debe mantenerse soltera. Mientras que los compromisos generalmente incluyen coquetear e incluso bromas sugerentes. nunca incluyen actividad sexual, y una geisha no es pagada por sexo, aunque algunas pueden elegir tener una relación que incluya el sexo con algún cliente; y debido a que estas relaciones están vinculadas con la capacidad del cliente de pagar por los servicios tradicionales, puede confundirse con una manera complicada de prostitución. Aunque una geisha y su danna podrían estar enamorados, la relación está sujeta a la capacidad del danna de entregar algún aporte financiero.
Las geishas modernas aún viven en tradicionales casas de geisha llamadas okiya en áreas denominadas hanamachi (‘calle de flores’), generalmente durante su aprendizaje, pero muchas pueden vivir en sus propios apartamentos. La elegante y alta cultura en la que viven las geishas se llama karyūkai (‘el mundo de las flores y sauces’).Las jóvenes con aspiraciones a geisha comienzan su entrenamiento después de completar los primeros años de secundaria o incluso en secundaria o estudios superiores, empezando su carrera en la adultez. Las geishas aún estudian instrumentos tradicionales como:

En el Japón moderno, las geishas y maiko son bastante inusuales. En los años 1920 había alrededor de 80.000 geishas en Japón, pero hoy en día hay aproximadamente 1.000. Sin embargo, es propable observar por las calles a algunas "maiko", yendo o regresando de una cita.


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