miércoles, 14 de mayo de 2008

Casualidades

"...Pero no hay tales casualidades. Cuando alguien, que de verdad necesita algo, lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello..."
Demian. Herman Karl Hesse (1877-1962)

¿No existen entonces ni la suerte, ni la casualidad, ni el azar? ¿Todo tiene su por qué, su motivo de ser? ¿Somos nosotros mismos los que forjamos lo que llamamos "destino"?
Soy un mar de dudas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que las respuestas no se solapan y se encuentran en el propio destino (entendido como camino, como la vivencia diaria, dinámico)
A veces lo que ocurre puede ser casual ( o causado por "algo que se nos escapa )y otras causal (causado por algo más evidente). En todo caso, siempre, incluso aunque todo fuera causal, yo, ya que tengo cartas en las manos, jugaría (aunque ya estuviera escrito que iba a perder), disfrutaría del juego.

Lullaby dijo...

Lo malo es cuando te gusta jugar y no perder nunca. Y ¿si no tienes ni idea del manejo de los naipes?

Anónimo dijo...

Los naipes no traen instrucciones, no pueden tenerlas, porque hay muchos juegos posibles. Ahora bien, tienes que ser rápida y avispada, intuyo que lo eres, y, en muchas ocasiones, hacer caso a esas sensaciones que nombras. Yo he comprobado que a veces son una alarma ante un peligro, otras son el aviso de una oportunidad estupenda. A mí los pensamientos más arraigados se me han ido muchas veces a tomar... viento.