En alguna de nuestras conversaciones hemos hablado de cómo alguna gente nos damos cuenta de que hemos nacido para estar solos; que nacemos solos, tenemos gente alrededor, pero en realidad lo que nos espera es estar con nosotros mismos. No veo ningún mal en ello. Encontrarse a uno mismo puede que sea el motivo de existencia para muchos de nosotros a pesar de que existe la probabilidad de que no nos encontremos.Tú estás solo, y te recreas en esa soledad. Cada cierto tiempo acechan las sombras de tu vida invitándolas a quedarse, porque te gusta que estén ahí...te conducen al lugar que quieres, al pasado reciente que ha elevado tu listón hasta cotas tan altas que deseas escaparte, escudándote en tu capacidad de análisis. Y es entonces cuando "huyes harto de huir".

1 comentario:
No nos tiene que dar miedo el estar solos, pero hay dos tipos de soledades: la deseada y la impuesta.
Con la primera podemos ser felices. En la segunda solo hay dolor y amargura y hay que tener fuerzas para salir de ella.
Salir de esta última tal vez para poder llegar a la primera y tener la oportunidad de ser feliz sin esperar nada más.
Publicar un comentario